12 de marzo de 2013

Islandia (XIX). Krafla... de mi vida

El coche se detuvo y el motor descansó, pero algo seguía rugiendo.
Los paisajes que habíamos recorrido en los últimos kilómetros eran demenciales, un sinsentido; surrealista sea tal vez el epíteto más sencillo de utilizar, pero este lugar hay que vivirlo para creerlo. Es un exabrupto del planeta. Cráteres y conos volcánicos en todas direcciones, el suelo rojo, aquellos edificios de película futurista trasnochada, las tuberías kilométricas retorciéndose entre pendientes y vaguadas, aguas azul turquesa en lo que podría ser el infierno, las humaredas, vaharadas blancas que se pierden entre las nubes, el intenso olor a azufre. Y ese alarido constante a los pies del Krafla, una caldera volcánica en cuyos intestinos la tierra se retuerce, gime, muge. Lugar marciano, paisaje desquiciado.
No había aviones sobrevolando, era la corteza terrestre dejando paso a su alma; el cerebro humano necesita chispazos de reacción, enlazar lo que ven los ojos y su entendimiento, comprender que ese ronquido infinito que te rodea y aturde es una bestia bajo tus pies, una energía desproporcionada que los islandeses utilizan en su propio beneficio.
Ese sonido incesante lo guardo en mi interior y lo recupero cuando veo estas fotos, cuando cierro los ojos y me escondo, cuando quiero seguir sorprendiéndome con lo que nos espera ahí afuera. La experiencia es demasiado intensa, tal vez desbocada, pero es que no todos los días tienes la oportunidad de verle el rostro a la Naturaleza misma.
Desde entonces ando aún más trastocado, trastornado; perdónenmelo, pero no me lo haré ver.

6 comentarios:

  1. a mí me trastornó el lodo ardiente que salía de la tierra, y el humo que emanaba de la tierra por todos lados... Por cierto, que en la última foto no se sabe si nos sale humo de la cabeza o si estamos conteniendo la respiración, por aquello del azufre...

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    1. Más trastornada podrías haber quedado si hubiese hecho falta usar el WC en medio de la nada. Para una vez que no necesitaba un par de matorrales...

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  2. No sé que es mejor si las fotos o las ganas que despiertas en mí para pisar este país lleno de misterios.

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    1. Las ganas, sin duda. Si tienes la oportunidad de ir no la pierdas, volverás loquísimo.

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  3. Esto es perfección :) felicidades!!! Las estaba admirando con Jens y comentábamos que National Geographic te debería contratar... *Besos**

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    1. No paran de llamarme, pero les exijo demasiados viajes y no nos ponemos de acuerdo con la factura de nuevos objetivos Canon ;-)
      Muchas gracias, y un fuerte abrazo a los dos.

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